Porque no puedo ni quiero sufrir.
Nací para el mal, para hacer sufrir a princesas ñoñas de cuento, insulsas y descerebradas, que viven en un mundo ficticio de color rosa.
Yo nací para eso.
Cueste lo que cueste.
No puedo ni quiero sufrir.
martes, 29 de julio de 2008
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