Una vez más estamos aquí, a un paso de celebrar nuestro día. El honroso momento en el que todas las niñas quieren dejar de ser princesas, para convertirse en brujas mal encaradas, en monstruos, en muertos vivientes.... ¡Ah! ¡Qué gran noche la de Halloween! Puedo salir en todo mi explendor y que la gente no frunza el ceño a mi paso.
Todos los niños cogen caramelos de mi cesta, confiados, sin saber que todos ellos contienen una pesadilla de regalo para esta noche tan especial. Así sus gritos amenizarán mi noche y dormiré como un bebé.
¡Salid, brujas y envenenad cuerpos y corazones esta noche!
martes, 27 de octubre de 2009
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