Hay veces en la vida de una bruja en la que ha de tomar la decisión de qué esbirros ha de aceptar en su causa y cuales han de pasar a ser tan solo ayudantes de una fechoría.
Así que aquí estamos... dudanto entre si me aliaré con un encantador de serpientes, por aquello de que el veneno siempre es útil en mis manzanas; o si por el contrario, haré mi alianza con un enjendro del más allá con doble personalidad, todo un reto el controlarlo...
Ains! Qué complicada es la vida de una bruja del mal, para que luego digan que sólo somos una cara bonita.
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